Cuestión de Enfoques
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Sufre burlas por ser Benito Juárez
Por
Benito Jiménez/enviado
"Un día fui a ver a un amigo. En la recepción le dijo su asistente: 'le busca Benito Juárez', y se oyó que contestó: 'dile que no está Porfirio Díaz'".
Bromas como ésta hacen que Benito Juárez Bautista, de 50 años, ya no le dé ese nombre a sus hijos.
Por ejemplo, que tenga que mostrar su credencial de elector para comprobar en bancos u oficinas de gobierno que en realidad se llama Benito Juárez.
"Una vez un oficial de policía me dijo: 'no estoy para bromas, dígame bien cómo se llama'. La otra es cuando en la escuela me decían: 'tú eres el que vende tamales abajo de los portales'", comenta.
Benito nació en esta ciudad, y aunque no ha investigado su genealogía indica que su padre, Filiberto Juárez Velasco, nació en la sierra.
Para él la combinación Benito con Juárez es letal para una persona, porque inmediatamente se despierta la ironía o la incredulidad de la gente. Su esposa se apellida García.
"Imagínate que a alguno de mis hijos le pusiera Benito; el niño en vez de portar un nombre con orgullo lo condenaría a la burla, porque en México todos hablan de Benito Juárez por un interés, ya sea para cumplir con una tarea o para mencionar un discurso político. Fuera de eso este personaje está olvidado", lamenta.
¿Por qué le pusieron Benito?, se le plantea.
"Mi papá trabajó en el Ejército, era un hombre con muchos ideales, pero su tío lo era más todavía.
"Nació el primer hijo de mi papá y a escondidas de su tío lo bautizó como Francisco, después vinieron ocho hijas y mi tío le advirtió que al próximo varón sí le tenía que poner Benito? y me amolé. El tío ya no se la perdonó a mi papá", explica.