Puente...
El miércoles lleno de dicha por que me autorizaron el puente, me organice rápido para celebrar. Saliendo de la oficina me fui con Emilio a una cantina que esta a dos cuadras, "La Transatlántica" y ahí nos echamos unos alcoholes mientras platicábamos de banalidades. Fuimos a ese lugar a recomendación de un cuate de la oficina que según el, después de las 6 había un trio de tres mujeres de muy buen ver. Ya luego nos dimos cuenta que no estaban de TAN buen ver, pero bueno, es lo que pasa cuando uno se pone de exigente.
Un par de horas y una marcha en el Ángel después, llegaron Armando y Nora, Armando con guayabera insistía que estaba en Veracruz y no sabía por que hacía tanto frío y Nora estrenando ojos que me platicó de su operación y cada vez me animo más.
Luego llegó el contador como siempre, mentando sus respectivas madres a quien se dejara, pero un Tequila lo sosegó de volada.
Emilio en un plan con maña invitó a Fabiola y a otro amigo Texcoquense para ligar aventón hasta sus tierras. Poquito después llegó la Fabi quien hace un par de semanas había amenazado con no volver a ver a Emilio nunca más y odiándolo a muerte. (Yo le di tres semanas, tardo dos). Se veía rara, como que había bajado de peso y cambiado el peinado, la vi muy bien, ha de estar haciendo su luchita... todavía.
Llegó después Richard, el amigo de Emilio, que trabaja en la aduana, en la parte de animales y seres vivos. Llegó un poco tarde por que les estaba checando el diente a unos caballos, (que supongo no eran regalados, si no se hubieran ahorrado el trámite). En fin, aprendimos muchas cosas de él, como por ejemplo que ya sabe de que lado masca la iguana y que de los animales que reciben no dejan pasar cerdos (primero los bañan) y otras cosas interesantes de animales y aduanas.
Ya entrados en tragos, pedimos la botanita que estaba muy buena y cuando nos empezaron a echar ojitos de "ya vamos a cerrar" nos fuimos. Salimos bastante picados así que nos fuimos a otro antro que queda a una escasa cuadra de la oficina y que goza ser uno de los que mas me gustan: el Milán.
Ah! pero que bien me la pasé. Buena música, buen baile, buena compañía, buen lugar. Salimos de ahí también hasta que nos corrieron y a pesar de que estuve en eso del alcohol desde muy temprano, andaba en muy buen nivel. Nada que ver con Emilio que se puso como acostumbra o con el buen Armando que alegaba que siempre se ponía hasta atrás en Veracruz y fue llevado a su casa por Nora que le apanica manejar, los tuve que ir guiando como a 20 por hora, pero llegamos todos bien. Llegue a mi casa como a eso de las 4:30am.
Entre los highlights de la noche fue que Armando y Nora por fin me devolvieron mi sleeping bag acompañado de un O-Key de piña para mi colección.
El jueves... 20 de noviembre... no hay fecha que no llegue ni plazo que no se venza... fatídico 20 de noviembre. Día institucional familiar en que tengo que sacar cajas y árboles navideños y adornar la casa como comercial de Coca-Cola. Como todos saben como reniego de la tarea, fueron en bola a brincarme encima a eso de las muy-temprano-en-la-mañana-déjenme-en-paz-estoy-crudo y regodearse en mi miseria.
En fin, a pesar del mitin me levanté como hasta la una y resignado sin decir palabra y me dispuse a sacar cajas, esponjar árbol y probar foquitos.
Llego luego Clau con mi súper sobrina y estuvimos en momento familiar el resto del día. Buen día.
El viernes aproveché la mitad del día cargando gasolina, cortándome el pelo, llevando el traje de la llanta ponchada y el sleeping a la tintorería y pasando a pericoapa buscando sin éxito la versión extendida de Las dos torres. Luego me fui a encerrar a casa de mi hermano donde vimos películas y rompí las reglas básicas de cualquier dieta de la cosmo, Teleguía y/o nutriólogo chafa, comimos pizza, bebí cerveza y comí helado. (Y por alguna extraña razón me gasté lo mismo que en el antro el miércoles).
Antes de irme mi sobrina, Ana Paula, se encargó de derretir a su madre haciendo una nueva monería al despedirse de mí abriendo y cerrando su manita. He he.
El sábado fui a un torneo de LOTR al WTC donde había una convención de comics y animación. Tenía mucho de no ir a un evento de esos. Ahí estaba mi primo exhibiendo su trabajo y persiguiendo a dibujantes y animadores (de animación – caricatura) de renombre, buscando chamba. Siempre se me ha hecho muy bueno, pero como que le falta un poco de premura, no le da prisa nada. Ojalá le vaya bien.
En el torneo quede en sexto lugar de 24, ya mejorcito.
Luego alcancé a Kike y los hermanos a cenar al Rey y comimos mientras pasaban a Pedro infante y a la Tucita en la tele. Me compré mi vaso-clos y me fui para mi casa.
Hoy domingo acabé de poner luces navideñas y pasé 6 horas y media haciendo un esnsayo del Líder del Cambio uno de esos libros para directivos, o como diría el verde Los líderes comen Zucaritas en fin...
El miércoles lleno de dicha por que me autorizaron el puente, me organice rápido para celebrar. Saliendo de la oficina me fui con Emilio a una cantina que esta a dos cuadras, "La Transatlántica" y ahí nos echamos unos alcoholes mientras platicábamos de banalidades. Fuimos a ese lugar a recomendación de un cuate de la oficina que según el, después de las 6 había un trio de tres mujeres de muy buen ver. Ya luego nos dimos cuenta que no estaban de TAN buen ver, pero bueno, es lo que pasa cuando uno se pone de exigente.
Un par de horas y una marcha en el Ángel después, llegaron Armando y Nora, Armando con guayabera insistía que estaba en Veracruz y no sabía por que hacía tanto frío y Nora estrenando ojos que me platicó de su operación y cada vez me animo más.
Luego llegó el contador como siempre, mentando sus respectivas madres a quien se dejara, pero un Tequila lo sosegó de volada.
Emilio en un plan con maña invitó a Fabiola y a otro amigo Texcoquense para ligar aventón hasta sus tierras. Poquito después llegó la Fabi quien hace un par de semanas había amenazado con no volver a ver a Emilio nunca más y odiándolo a muerte. (Yo le di tres semanas, tardo dos). Se veía rara, como que había bajado de peso y cambiado el peinado, la vi muy bien, ha de estar haciendo su luchita... todavía.
Llegó después Richard, el amigo de Emilio, que trabaja en la aduana, en la parte de animales y seres vivos. Llegó un poco tarde por que les estaba checando el diente a unos caballos, (que supongo no eran regalados, si no se hubieran ahorrado el trámite). En fin, aprendimos muchas cosas de él, como por ejemplo que ya sabe de que lado masca la iguana y que de los animales que reciben no dejan pasar cerdos (primero los bañan) y otras cosas interesantes de animales y aduanas.
Ya entrados en tragos, pedimos la botanita que estaba muy buena y cuando nos empezaron a echar ojitos de "ya vamos a cerrar" nos fuimos. Salimos bastante picados así que nos fuimos a otro antro que queda a una escasa cuadra de la oficina y que goza ser uno de los que mas me gustan: el Milán.
Ah! pero que bien me la pasé. Buena música, buen baile, buena compañía, buen lugar. Salimos de ahí también hasta que nos corrieron y a pesar de que estuve en eso del alcohol desde muy temprano, andaba en muy buen nivel. Nada que ver con Emilio que se puso como acostumbra o con el buen Armando que alegaba que siempre se ponía hasta atrás en Veracruz y fue llevado a su casa por Nora que le apanica manejar, los tuve que ir guiando como a 20 por hora, pero llegamos todos bien. Llegue a mi casa como a eso de las 4:30am.
Entre los highlights de la noche fue que Armando y Nora por fin me devolvieron mi sleeping bag acompañado de un O-Key de piña para mi colección.
El jueves... 20 de noviembre... no hay fecha que no llegue ni plazo que no se venza... fatídico 20 de noviembre. Día institucional familiar en que tengo que sacar cajas y árboles navideños y adornar la casa como comercial de Coca-Cola. Como todos saben como reniego de la tarea, fueron en bola a brincarme encima a eso de las muy-temprano-en-la-mañana-déjenme-en-paz-estoy-crudo y regodearse en mi miseria.
En fin, a pesar del mitin me levanté como hasta la una y resignado sin decir palabra y me dispuse a sacar cajas, esponjar árbol y probar foquitos.
Llego luego Clau con mi súper sobrina y estuvimos en momento familiar el resto del día. Buen día.
El viernes aproveché la mitad del día cargando gasolina, cortándome el pelo, llevando el traje de la llanta ponchada y el sleeping a la tintorería y pasando a pericoapa buscando sin éxito la versión extendida de Las dos torres. Luego me fui a encerrar a casa de mi hermano donde vimos películas y rompí las reglas básicas de cualquier dieta de la cosmo, Teleguía y/o nutriólogo chafa, comimos pizza, bebí cerveza y comí helado. (Y por alguna extraña razón me gasté lo mismo que en el antro el miércoles).
Antes de irme mi sobrina, Ana Paula, se encargó de derretir a su madre haciendo una nueva monería al despedirse de mí abriendo y cerrando su manita. He he.
El sábado fui a un torneo de LOTR al WTC donde había una convención de comics y animación. Tenía mucho de no ir a un evento de esos. Ahí estaba mi primo exhibiendo su trabajo y persiguiendo a dibujantes y animadores (de animación – caricatura) de renombre, buscando chamba. Siempre se me ha hecho muy bueno, pero como que le falta un poco de premura, no le da prisa nada. Ojalá le vaya bien.
En el torneo quede en sexto lugar de 24, ya mejorcito.
Luego alcancé a Kike y los hermanos a cenar al Rey y comimos mientras pasaban a Pedro infante y a la Tucita en la tele. Me compré mi vaso-clos y me fui para mi casa.
Hoy domingo acabé de poner luces navideñas y pasé 6 horas y media haciendo un esnsayo del Líder del Cambio uno de esos libros para directivos, o como diría el verde Los líderes comen Zucaritas en fin...