CONSCIENCIA PERCEPTUAL
El psicólogo humanista Abraham Maslow (1969) creía que algunas personas se perciben a sí mismas y a los demás con precisión inusitada.
Maslow caracterizaba a estas personas como muy vivas, abiertas, conscientes y mentalmente sanas. Encontró que sus estilos de percepción estaban enmarcados por su inmersión en el presente, falta de timidez, libertad para seleccionar, criticar, evaluar y sobre todo, “entrega” a la experiencia. La clase de percepción que Maslow describía es como la de una madre con su hijo recién nacido, un niño en Navidad o dos personas enamoradas.
Otros investigadores han examinado la habituación a estímulos repetidos en los maestros zen. Los resultados indican que estos maestros no muestran la habituación esperada (Kasamatsu y Hiari, 1966). Este hallazgo le confiere alguna credibilidad a las afirmaciones de que los maestros zen perciben a un árbol de manera tan intensa después de verlo 500 veces como cuando lo vieron por primera vez.
ATENCIÓN
Aunque la persona promedio no ha alcanzado la restricción perceptual de la variedad “si has visto un árbol, los has visto todos”, sigue siendo cierto que la mayoría de nosotros tiende a ver un árbol y a clasificarlo en la categoría perceptual de “árboles en general”, sin apreciar en realidad el milagro que está ante nosotros. ¿Cómo podemos entonces lograr la deshabituación, (inversión de la habituación) de manera cotidiana? ¿La claridad perceptual requiere años de disciplina meditativa, como la de un maestro zen? Por fortuna hay una avenida más inmediata. La clave engañosamente simple par la deshabituación es. Poner atención.
Hacer un esfuerzo consciente por poner atención a las otras personas y su entorno. No permitir que la vida nos arrastre en la niebla. Escuchar a los demás con plena concentración. Observar sus expresiones faciales. Hacer contacto visual. Tratar de formar el hábito de concentrar la percepción como si fuera a atestiguar más tarde acerca de lo que vio y escuchó.
Percepción y objetividad: creer para ver
Coon, Dennis. Psicología exploración y Aplicaciones 8ª. Edición
Internacional Thomson Editores, 1998
...en este momento, mis esfuerzos están enfocados en poner atención a lo que me dice Maru, en lugar de verle las piernas...
Pinche Maslow...
Por cierto, detecto que no estoy cumpliendo mis objetivos...
*focus, Mau....*
El psicólogo humanista Abraham Maslow (1969) creía que algunas personas se perciben a sí mismas y a los demás con precisión inusitada.
Maslow caracterizaba a estas personas como muy vivas, abiertas, conscientes y mentalmente sanas. Encontró que sus estilos de percepción estaban enmarcados por su inmersión en el presente, falta de timidez, libertad para seleccionar, criticar, evaluar y sobre todo, “entrega” a la experiencia. La clase de percepción que Maslow describía es como la de una madre con su hijo recién nacido, un niño en Navidad o dos personas enamoradas.
Otros investigadores han examinado la habituación a estímulos repetidos en los maestros zen. Los resultados indican que estos maestros no muestran la habituación esperada (Kasamatsu y Hiari, 1966). Este hallazgo le confiere alguna credibilidad a las afirmaciones de que los maestros zen perciben a un árbol de manera tan intensa después de verlo 500 veces como cuando lo vieron por primera vez.
ATENCIÓN
Aunque la persona promedio no ha alcanzado la restricción perceptual de la variedad “si has visto un árbol, los has visto todos”, sigue siendo cierto que la mayoría de nosotros tiende a ver un árbol y a clasificarlo en la categoría perceptual de “árboles en general”, sin apreciar en realidad el milagro que está ante nosotros. ¿Cómo podemos entonces lograr la deshabituación, (inversión de la habituación) de manera cotidiana? ¿La claridad perceptual requiere años de disciplina meditativa, como la de un maestro zen? Por fortuna hay una avenida más inmediata. La clave engañosamente simple par la deshabituación es. Poner atención.
Hacer un esfuerzo consciente por poner atención a las otras personas y su entorno. No permitir que la vida nos arrastre en la niebla. Escuchar a los demás con plena concentración. Observar sus expresiones faciales. Hacer contacto visual. Tratar de formar el hábito de concentrar la percepción como si fuera a atestiguar más tarde acerca de lo que vio y escuchó.
Percepción y objetividad: creer para ver
Coon, Dennis. Psicología exploración y Aplicaciones 8ª. Edición
Internacional Thomson Editores, 1998
...en este momento, mis esfuerzos están enfocados en poner atención a lo que me dice Maru, en lugar de verle las piernas...
Pinche Maslow...
Por cierto, detecto que no estoy cumpliendo mis objetivos...
*focus, Mau....*
