En el otro lado de la moneda...
Seguido me llegan clientes perdidos a quienes dirijo hacia los canales correspondientes para resolver su problema. Hay algunas veces en las que me toca apadrinar al cliente perdido, atenderlo personalmente, asesorarlo y asegurarme de que resuelva el problema.
Se siente bien cuando uno hace la diferencia, aunque sea un cliente a la vez.
Se siente bien cuando uno hace la diferencia, aunque sea un cliente a la vez.