Aria Doméstica
La primavera me ha tratado bien hasta ahora. El clima ayuda. Nada como practicar el sinpantalonsismo chelero al llegar a casa.
Un punto malo, though, es que nadie le ha dicho a mis pulmones que ya es primavera. La alergia no se va. ¡Cheil!. Tengo cita con el técnico pulmonar esta semana, a ver si los afinan para que pasen la verificación.
La primavera también me ha dejado una idea para escribir mi primer ópera.
Empieza con una familia que ha tenido mala suerte contratando a alguien que les ayuda con la limpeza. Una se roba los cubiertos, otra quema la ropa al planchar y otra se va por que no hay Televisión por cable ni wifi en su cuarto.
En el primer acto conocemos a Reyna, mujer que viene de otro estado del país a buscar trabajo.
Llega a la casa de esta familia y conocemos su historia: No tiene hijos y su amado es militar. El tiene otra familia pero eso a ella no le importa. Está enamorada y su momento mas feliz es llegar por las noches a servir de comer a su amado.
Ella trabaja tan bien y es tan feliz que pronto consigue mas trabajo con otros miembros de la familia en toda la ciudad. Se desarrolla una relación de confianza entre ellos.
Un día su amado tiene que ir a la guerra (contra el crímen organizado) y ella sufre y se refleja en los puños de las camisas que plancha. Intercambian correspondencia y hay un poco de esperanza.
En el segundo acto el amado vuelve. Las camisas vuelven a estar planchadas y en los pisos se vuelve a ver al Maestro Limpio refelejado.
Ese día, mientras Reyna quita cochambre del sartén donde se cocinaron unas enchiladas de mole. Su amado celebra en un Bar local que ha vuelto de los horrores de la guerra a los brazos de la mujer que quiere.
Al calor de las copas y emulando un video de Youtube donde se juega a la ruleta Rusa. El militar pierde la vida.
Esa noche Reyna prepara una cena que nadie llega a comer. Hay tristeza.
En el periodo de luto, aparece la familia del militar reclamando y buscando pleito a nuestra protagonista, pues resulta que el militar ha dejado una pequeña fortuna a su nombre.
La viuda y sus hijas se dedican a hacerle difícil la vida a Reyna y su pena se puede ver en los azulejos de todas las casas que limpia.
Por si fuera poco, un día ella cae víctima de una enfermedad que requiere de cirugía y convalesencia. Con el corazón roto, agotada y enferma ella regresa a su pueblo de origen a ser intervenida.
Todavía no se que pasa en el tercer acto, pero espero con sinceridad que tenga un final feliz para todos.
Mientras tanto, veré si me consigo a alguna Soprano para el papel principal, o mejor la monto con Cristal y Acero.
Un punto malo, though, es que nadie le ha dicho a mis pulmones que ya es primavera. La alergia no se va. ¡Cheil!. Tengo cita con el técnico pulmonar esta semana, a ver si los afinan para que pasen la verificación.
La primavera también me ha dejado una idea para escribir mi primer ópera.
Empieza con una familia que ha tenido mala suerte contratando a alguien que les ayuda con la limpeza. Una se roba los cubiertos, otra quema la ropa al planchar y otra se va por que no hay Televisión por cable ni wifi en su cuarto.
En el primer acto conocemos a Reyna, mujer que viene de otro estado del país a buscar trabajo.
Llega a la casa de esta familia y conocemos su historia: No tiene hijos y su amado es militar. El tiene otra familia pero eso a ella no le importa. Está enamorada y su momento mas feliz es llegar por las noches a servir de comer a su amado.
Ella trabaja tan bien y es tan feliz que pronto consigue mas trabajo con otros miembros de la familia en toda la ciudad. Se desarrolla una relación de confianza entre ellos.
Un día su amado tiene que ir a la guerra (contra el crímen organizado) y ella sufre y se refleja en los puños de las camisas que plancha. Intercambian correspondencia y hay un poco de esperanza.
En el segundo acto el amado vuelve. Las camisas vuelven a estar planchadas y en los pisos se vuelve a ver al Maestro Limpio refelejado.
Ese día, mientras Reyna quita cochambre del sartén donde se cocinaron unas enchiladas de mole. Su amado celebra en un Bar local que ha vuelto de los horrores de la guerra a los brazos de la mujer que quiere.
Al calor de las copas y emulando un video de Youtube donde se juega a la ruleta Rusa. El militar pierde la vida.
Esa noche Reyna prepara una cena que nadie llega a comer. Hay tristeza.
En el periodo de luto, aparece la familia del militar reclamando y buscando pleito a nuestra protagonista, pues resulta que el militar ha dejado una pequeña fortuna a su nombre.
La viuda y sus hijas se dedican a hacerle difícil la vida a Reyna y su pena se puede ver en los azulejos de todas las casas que limpia.
Por si fuera poco, un día ella cae víctima de una enfermedad que requiere de cirugía y convalesencia. Con el corazón roto, agotada y enferma ella regresa a su pueblo de origen a ser intervenida.
Todavía no se que pasa en el tercer acto, pero espero con sinceridad que tenga un final feliz para todos.
Mientras tanto, veré si me consigo a alguna Soprano para el papel principal, o mejor la monto con Cristal y Acero.
Wow.
Qué historia.
Posted by Alice | 9:46 a. m.
Es la "María la del barrio" de las óperas.
Posted by Janus | 1:39 p. m.
Yo no sé por qué desperdicias tu talento siendo banquero...
Posted by Ingrid | 7:48 p. m.