Alza la Mano...

En mi desición de no levantarme ni muy temprano ni muy tarde, el miércoles programé mi salida a Puebla a la fresca de las 2pm. Así me daba tiempo de jugar un rato, hacer maletas y hacerme wey un rato. Mientras hacía todo esto me empezó a entrar la ansiedad de la prisa, la idea de que no traía suficiente dinero y no me pagaban hasta el viernes, me machuqué un dedo del pié y mi madre llamó para reclamar que había dejado el coche sin gasolina. Para cuando eran las 2 yo ya andaba estresado y de malas como uno de mis peores días en la oficina. Salí de malas a la carretera.
Durante todo el trayecto estuve meditando seriamente sobre mi mal humor y tratando de inducirme calma y buen humor, fue muy díficil, creo que solo me relajé al llegar.

Como apuntaban todos los pronósticos cuando llegamos a la casa de mi Tío Lapo estaban comiendo, y antes de acabar de saludar a todos ya me estaban acercando un chile en Nogada y alguna bebida alcoholica.

Toda la familia de mi papá llegó a Puebla para la boda de mi prima Amanda y su novio Alemán Sven. Había gente de todos lados. Sonora, Texcoco, Chicago, Detroit, Nueva York, y por supuesto Alemania. Muy festivo el ambiente.
Entre los personajes internacionales mas pintorescos estaba la mamá del novio que no hablaba nada que no fuera alemán y como los germano parlantes no eran muchos y no siempre estaban a la mano hacerse entender era de lo mas divertido. Por ejemplo cuando se le preguntó que quería de tomar y ella contestaba que le había sangrado la nariz. Creo que en esos casos lo más práctico era seguirle la corriente y pretender que la comunicación fluía perfectamente.

Como consecuencia de la boda la mayoría de la familia andaba como cucaracha en quemazón, diría mi bisabuela. Siempre organizando algo, corriendo, discutiendo y en fin, lo clásico en una gran familia Mexicana.

Ese día había planeada una fiesta que contenía una tradición Alemana que trata de azotar y romper una gran cantidad de objetos de cerámica en el piso. Supuestamente esto aleja las malas vibras, envidias, duendes, chaneques, billetes falsos, policías mordelones, limpiaparabrisas de semáforos, Spam y espiritus chocarreros varios. Posteriormente los novios barren el caos y eso les trae suerte y toda clase de bendiciones.
A esa tradición se le planeo amalgamar otra antigua tradición Mexicana que es agarrar el pedo con el más minimo pretexto disponible. El asunto prometía.

La sede original de la fiesta había sido propuesta por los novios: Una pulquería en San Andrés Cholula. Ellos habían estado ahí el año pasado y el novio quedó fascinado con la bebida y lo pintoresco del lugar. Lamentablemente el lugar no cumplía con las reglamentaciones de higiene que exigían algunos tratados internacionales (Como el uso de papel de baño en vez de cuadritos de periódico). Así que la pachanga se mudó a una casa vacía, propiedad de los Padres de la novia.